miércoles, 17 de noviembre de 2010

piensa y, REFLEXIONA.

Y sigues pensando que tu vales más que yo.
Siempre en una relación, con las amigas, con la familia, con los novios, siempre hay una parte que da más, y eso no tiene por qué ser malo, pero si siempre es la misma persona a quien le toca dar, al final, cansa. Basta ya, piensa en tí, en vivir tu propia vida, olvidar a esas personas que te vale, te han hecho feliz, y mucho... pero hoy, recordarlo solo te hace daño. Se llevan una parte de tí, pero tú, te quedas con una parte de ellos, de cada momento vivido, cada abrazo, cada beso, cada confidencia, cada sonrisa. Las heridas se cierran, unas cuestan más que otras, pero al cabo del tiempo, ves la cicatriz y piensas; piensas tanto que te estalla la cabeza, igual te da por llorar, por gritar, por irte de compras, por discutir, por encerrarte en tu cuarto. Pero todo esto, ¿para qué? para nada, absolutamente nada, porque el daño sólo te lo haces a ti misma. Porque si te fijas la otra persona es feliz, no piensa en ti, en tus heridas que igual hizo sin querer, pero que ahí están.
Aprende a vivir con ello, ya que todo lo que vives va constituyendo tu vida, tu carácter, tu forma de ser y actuar, la manera de tratar a las demás personas, a empatizar, a simplemente madurar y reconocer que fue bonito mientras duró, pero que todo cuento tiene su final.


No hay comentarios:

Publicar un comentario